Como dice Antonio Machado: “lo que se ignora se desprecia”, por ende esta revista sale al cruce del desprecio, para que dejemos de ignorar las voces de los jóvenes que tienen algo para decir, algo confuso, algo claro, alguna solución, algún problema quizá, alguna duda, bienvenida sea.. pero algo al fin.
Sin experiencia como siempre se empieza, con miedo y ganas. Ansias de hacerse escuchar, nace ALERTA BERTA, un lugar que sin estar sumido a intereses económicos busca la unidad en la diversidad, sin ataduras ni tapujos. Sin excluir contraposiciones, más bien mostrando que estas existen para darnos cuenta que se esta recuperando un poco de esa utopía perdida. Porque estos últimos años para la juventud han sido duros en el oficio de creer, de poder, de saberse capaces y con peso. Por eso no esperamos que se nos brinde un espacio, con esfuerzo, aferrados a la confianza depositada en cada integrante que se anima a sumarse, generamos nuestro propio rincón para emitir otras miradas; ya sea desde una nota periodística, un ensayo, un relato, un cuento, una poesía o un dibujo. ¿Qué nos impulsa?
Intentar disputarle a ustedes señores, señoras, a vos pebete, niña, “niño hijo de niños mas grandes”. A vos intentamos mostrarte que hay algo más y buscaremos que mires mas allá, para que dudes. Acompañarte en el camino de mirar viendo y dejar de lado el mirar sin ver más allá. ¿De qué hablamos? Del poder y su objetivo.
La meta del poder es sujetar la subjetividad del sujeto y para hacerlo, busca sofocar otras verdades, o mejor dicho, sofocar las distintas interpretaciones que han hecho las personas, ya que los/el hecho es un solo. Por esto es que cuanto mayor es la cantidad de medios para hacer llegar su interpretación del hecho, mayor será la cantidad de personas que repitan un mensaje único, que casualmente, siempre servirá para acrecentar las ganancias económicas de ese poder que busca imponer su mensaje. Por esta razón, como medio alternativo, buscamos recuperar terreno ocupado por la vorágine de la compra y venta de noticias, de “información”, de primicias, etc., mediante la contra información no ligada a intereses económicos, porque la comunicación es un derecho y no un servicio que debe sublevarse al mejor postor, subordinando periodistas a repetir los mensajes que dicta la línea editorial (o sea, quien manda a no pensar) que solo respeta los códigos del dinero.Aquí comenzamos nuestro viaje partiendo de la idea unánime de que debemos recuperar terreno, aquel arrebatado en parte por el triste cliché de tv que reza: “si no esta en la pantalla no existe”, sumado a la ambición de los grandes medios que ahogaron expresiones culturales y populares siempre en pos de ganar más y más, creando la cultura del exitismo – dícese del éxito fácil, rápido sin esfuerzo, desvergonzado, atroz- pero que encanta a la veleta clase media.
Sin mas, repitiendo la premisa de buscar la unidad en la diversidad de opiniones/visiones a modo de extraña línea editorial motivada por el deseo de comunicar y transmitir otras visiones, otras interpretaciones del hecho. Sin miedo al error, pensando, criticando, involucrándonos con ganas de contagiar, de incomodarte por estar recostado en el cómodo sillón de repetir sin cuestionar más allá. Porque no queremos ser una clase pensada a la que inculcan problemas, temores, estilos de vida.
Aspiramos a promover distintas interpretaciones de una realidad que nos atraviesa a todos por igual.
